miércoles, 3 de octubre de 2007

te regalo mi luz

cuando tu isla busca a un farero que ilumine las noches oscuras, que habite las playas desiertas, que acompañe a los barcos vacilantes en medio de tormentas, solemos olvidar que cuando la luz ilumina las costas, las bahías, ahí a lo lejos habitan navegantes y naúfragos vacilantes, sedientos, solitarios, distantes. no sabes, nunca sabes cuando o como, la luz que no proyecta el faro pierde a otros. nunca sabes cuando o como, la luz que proyecta tu faro ilumina el corazon de los navegantes. pero otras veces, aun cuando ambas luces se encuentran, y ambas playas se esclarecen, siempre nos perdemos en el corazón de los otros. mi sol. mi playa.

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