jueves, 27 de septiembre de 2007

primer dia (sin ti)

No conozco el protocolo para decir este tipo de cosas. Pero si hoy fuera el último día de mi vida, decirte esto, sería quizá lo primero en mi lista. O lo pondría al final, no se pero en algún momento del día tendría que decirte. Que tu forma de vestir no es común. No es única. Sólo es diferente. Que tu cabello largo se enreda entre tus manos no por inseguridad ni por nervios. Tampoco por incomodidad sino por una esencia natural en tu alma que intenta mantener tus manos ocupadas para que nadie las vea volar. Que tu mirada penetrante fulmina y se siente en cada parte del cuerpo. Que tu sonrisa cautiva a quien pasa sin que te des cuenta porque es transparente. Que tus juegos, tu movimiento, tus acentos y tus miles de máscaras solo revelan en cada segundo más de ti aunque tu no lo sepas. Por eso eres cuestión de tiempo, por eso miras. Porque quieres que te miren. Pero que hay en tus ojos que ni ellos mismos pueden verse al espejo. Y que hay en tu voz que no escuchas. Que hay en la invasión de los otros y en la necesidad de protegerte. Eres tan suave como una almeja dentro de la ostra. Igual impenetrable. Has sido difícil leerte, pero es porque ni tu has abierto tu propio libro. No te conoces pero a la vez sabes perfecto quien eres. Algo que te mueve nos mueve a los demás y algo que vemos en ti vemos en nosotros mismos. Algo nos conecta contigo pero también nos asusta. Quizá sea tu edad o tus costumbres. Quizá tus sueños o quizá tus mentiras. O quizá todo al mismo tiempo. Eres todos los nombres y estas en todos los cuerpos. Tu magia es extraterrestre y por eso no te has logrado entender en este mundo. Porque es una encarnación diferente a las que estabas acostumbrado y este mundo te confundió. Por eso estudiaste comunicación para entender a los humanos. Tu debilidad es el estomago y toda tu pasión, enojos, frutraciones y amores se colocan ahí. En la imposibilidad de digerirlos o en asimilarlos con satisfacción. No sabría como decírtelo pero en cuba serías pájaro. Y volarías. Porque eres alegre. Porque el mundo no te acepta. Porque te vistes de colores. Porque eres diferente. No está mal, tampoco esta bien. Está perfecto porque el mundo es perfecto como es. Y no hay ira. Entre más aceptamos lo que la vida nos dio más entendemos que eso es lo que necesitamos. Y lo que queremos y lo que buscamos. Porque nuestra esencia es invisible en este mundo. Pero cuando viajamos a otros planos de existencia se vuelven comprensibles. Del universo llegamos a este planeta. Juntos podremos crear todo un mundo nuevo y por las noches volar todos juntos al cosmos. Nuestras voces llegaran más allá del sol. Juntos. Siempre vamos juntos.

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